
Autor(es): Martin Heidegger
Cantidad de páginas: 93
Idioma: Español
Fecha de publicación: 2006
ISBN: 84-206-3798-X
Referencia: 4805
Descarga en formato:PDF
Sinopsis
La Carta sobre el Humanismo tiene su origen en una carta dirigida por Martin Heidegger (1889-1976) a Jean Beaufret, en París, en el año 1946, y que, revisada y aumentada para su edición, fue publicada por primera vez en 1947 a modo de apéndice a un escrito anterior sobre la doctrina platónica de la verdad. Si bien se inscribe en el panorama de una postguerra que, a la vista de las ruinas resultantes de la Segunda Guerra Mundial, se plantea un interrogante generalizado acerca de la responsabilidad de la cultura occidental —de su ciencia, pero también de su literatura, de su música y, sobre todo, de su filosofía— en la catástrofe ocurrida, el texto, al que no se tardó en atribuir cierto carácter programático, alcanzó rápidamente una gran acogida y despertó un interés que no ha cesado de incrementarse hasta el día de hoy. “La Carta sobre el Humanismo” es una respuesta de Heidegger a la carta de su
alumno francés Jean Beaufret, en la que le pregunta: ¿Cómo dar un nuevo sentido al Humanismo? En esta pregunta se puede apreciar que el humanismo ha perdido su sentido, pero Heidegger en la carta no intenta darle un nuevo sentido sino, más bien, de exponer cómo el humanismo ha perdido su sentido y de mostrar otras vías del pensamiento que trabajan con el tema de fondo aquí tratado, que es la cuestión del ser. Heidegger comienza con su discurso sobre el olvido del ser (Seinsvergessenheit), tema ya trabajado en su obra “Ser y Tiempo”, para situar su propuesta, puesto que para él hay que volver al ser para poder entender la humanitas que ha quedado perdida a lo largo de la historia de la metafísica. En la historia de la filosofía. Se trabaja con conceptos como humanitas, ente, esencia, existencia, sujeto, persona, entre otros, pero la noción fundamental de la que parten todos estos conceptos es la que ha caído en el olvido: el ser. “Antes de hablar, el hombre debe dejarse interpelar de nuevo por el ser, el peligro de que, bajo este reclamo, él tenga poco o raras veces algo que decir. Sólo así se le vuelve a regalar a la palabra el valor precioso de su esencia y al hombre la morada donde habitar en la verdad del ser.” Por eso en Heidegger se da una fundamental Ontología fundamental , porque vuelve a su fundamento: al ser, tratando de sacarlo de su olvido y mostrando que más que un fundamento el ser está en un abismo. El camino propuesto por Heidegger es claro, pues nos lleva directamente al ser, a unos espacios donde su estudio no queda encasillado en títulos, donde su manifestar, develar se trata de captar en totalidad y no solamente desde la primera y más simple manifestación comprendida a primera vista, en donde, como en una fotografía, queda captada la manifestación actual, lo que está enfrente, presente, el ente y no los otros movimientos del ser, que no son tan evidentes y que la cámara no puede divisar, registrar.
Acerca del autor
Martin Heidegger (Messkirch, Alemania; 26 de septiembre de 1889 – Friburgo de Brisgovia, Baden-Wurtemberg, Alemania; 26 de mayo de 1976) fue un filósofo alemán. Estudió teología católica, ciencias naturales y filosofía en la Universidad de Friburgo de Brisgovia, donde fue discípulo de Heinrich Rickert, uno de los máximos exponentes del neokantismo de la Escuela de Baden y luego asistente de Edmund Husserl, el fundador de la fenomenología. Comenzó su actividad docente en Friburgo en 1915, para luego enseñar durante un período (1923–1928) en Marburgo. Retornó a Friburgo en ese último año, ya como profesor de filosofía. Es una de la figuras protagónicas de la filosofía contemporánea: influyó en toda la filosofía del existencialismo del siglo XX, fue uno de los primeros pensadores en apuntar hacia la «destrucción de la metafísica» (movimiento que sigue siendo repetido), en «quebrar las estructuras del pensamiento erigidas por la Metafísica (que domina al hombre occidental)», que planteó que «el problema de la filosofía no es la verdad sino el lenguaje», con lo que hizo un aporte decisivo al denominado giro lingüístico, problema que ha revolucionado la filosofía. Mantuvo vigencia en muchos pensadores europeos —y con el paso del tiempo en los no europeos—, a partir de la publicación de Ser y tiempo (1927). El estilo innovador, complicado y aún oscuro que utiliza Heidegger con el fin de abrir-mundos según el pensador (y que muchos consideran que es terriblemente oscuro y casi místico) influyó en Hans-Georg Gadamer, el estilo singular y difícil que utiliza Jean-Paul Sartre en El ser y la nada, el de Jacques Lacan cuando redacta sus Escritos, el de Jacques Derrida con su crítica a la Presencia, Gianni Vattimo y a una gran parte de pensadores envueltos en el debate sobre la muerte de Dios y el Ser, el nihilismo, la postmodernidad y la época post-capitalista. Ahora bien, la obra de Heidegger, aborda, al tratar problemas ontológicos, también problemas de tipo semiótico; es de este modo que influye directamente en los hermenéuticos: Paul Ricoeur, Rüdiger Bubner y Hans-Georg Gadamer
* Si tiene dificultades en la descarga, siga estas instrucciones.