Discusión sobre el pecado - Georges Bataille

Bataille habla para el aburrimiento moderno, que llama cristiano. Habla del pecado para la moral de la decadencia que es la moral del progreso, el mismo antagonista que tuvo Baudelaire, a excepción del ritmo con que Baudelaire se presenta católico frente a ella, donde Bataille se pronuncia sin Dios. El tedio de la vida aplastada por el aliento que se consagra a supervisarla, y que la juzga, castigándola, premiándola según se ajuste en mejores o peores términos al cumplimiento del porvenir ideal. La vida, y el ideal. La vida que en su movimiento compromete un impulso inevitable de exceso y derroche de fuerzas, y una inevitable retracción, un agotamiento que quiere conservar, acumular. Y también habla Bataille para el alma bella, el libre de culpa, libre de relación y angustia del deseo. El filósofo, la palabra sometida a abstracción, una esterilidad apresurada que no quiere voz para la experiencia, porque improvisa la seriedad general del concepto por sobre la materia, sobre la encarnación de los hechos, la historia; una premura limitada a la higiene de la idea, del proyecto, del aplazamiento de la vida en la idea, confortable examen, metafísica de facultades. 

Georges Bataille (Billom, 10 de septiembre de 1897 – París, 9 de julio de 1962) fue un escritor, antropólogo y pensador francés, que rechazaba el calificativo de filósofo. También es conocido bajo los seudónimos Pierre Angélique, Lord Auch y Louis Tren. Bataille quería ser sacerdote en sus inicios y asistió a un seminario católico, pero abandonó la fe cristiana en 1922. Frecuentemente se refiere a los burdeles de París como sus auténticas iglesias, una afirmación sorprendente pero acorde con sus planteamientos teóricos. Después trabajó como bibliotecario, lo que le dio cierta libertad para no tratar sus ideas como trabajo. Fundador de numerosas publicaciones y grupos de escritores, Bataille es autor de una obra abundante y diversa: lecturas, poemas, ensayos sobre numerosos temas (sobre el misticismo de la economía, poesía, filosofía, las artes, el erotismo). Algunas veces publicó con pseudónimos, y algunas de sus publicaciones fueron censuradas. Fue relativamente ignorado en su época, y desdeñado por contemporáneos suyos como Jean-Paul Sartre por su apoyo al misticismo, pero después de su muerte ha influido a filósofos postestructuralistas como Michel Foucault y Jacques Derrida

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